19 de marzo de 2014

ÁNGELA HERNANDEZ EN TERTULIA CON UN SELECTO GRUPO


 Por: Providencia Rossi Pujols

 La escritora criolla, fue la invitada de honor a la tertulia mensual de Café Literario de Ágora Mall.

La tertulia “Café Literario” de Ágora Mall, compartió con la escritora dominicana Ángela Hernandez, a propósito del día de la mujer, como invitada de honor, reconocida por sus aportes a la narrativa contemporánea femenina de las últimas tres décadas, ensayista y poeta, que expuso sobre su proceso creativo.
 Leona o la Fiera Vida, es u más reciente novela, además ha publicado los  cuentos Alótropos (1989), Masticar una rosa (1993), Piedra de sacrificio (Premio Nacional de 1998) y La Secta del Crisantemo (Premio Nacional de 2013). También las novelas Mudanza de los sentidos (Premio Cole de novela breve 2000), Charamicos (2003) y Metáfora del cuerpo en fuga (2006), además de varios libros de poesía y ensayo. Textos suyos han sido traducidos al inglés, francés, italiano, islandés, bengalí y noruego, y aparecen en antologías en su país y en el extranjero. Dirigió la revista literariaXinesquema y es Miembro Correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua.
El Café Literario contó con el patrocinio de DOLCE ITALIA, y se realizó en su acogedor ambiente, de exclusivo Ristorante, Pizzería y Gelateria, de El Jardín, tuvo la coordinación de la reconocida gestora cultural, editora, marchante de arte y empresaria Verónica Sención, y la conducción de la escritora Ylonka Nacidit-Perdomo y el poeta Mateo Morrison, gestor cultural y Premio Nacional de Literatura 2010.
Participaron, además, como anfitrionas de la actividad las señoras Silvia Rosales, Administradora de Ágora Mall,  Kenia Bisonó, Directora de Mercadeo y la Coordinadora de Eventos, Ivonne González.
Verónica Sención al ofrecer las palabras de bienvenida a la laureada escritora, ponderó las cualidades de Ángela Hernández, sus aportes a la literatura dominicana como poeta, y narradora, ensayista, fotógrafa, pintora y una persona muy apreciada por todos sus amigos y amigas por sus condiciones humanas, su sencillez y humildad ante su obra. Ganadora de varios premios importantes en el país, es una poeta de un caminar permanente, visitando escuelas, colegios y centros culturales para llevar la poesía  y el amor por los libros.
En 25 años de conocerla la he visto transitar de las manos de los más connotados intelectuales del país, como Juan Bosch, Pedro Mir, Manuel del Cabral, Víctor Villegas por solo mencionar algunos. Su obra es leída con entusiasmo por los jóvenes estudiantes que ven en ella un reflejo de lo cotidiano de lo contemporáneo y de lo sublime. Siempre estamos a la espera de lo nuevo que trae esta excelente dama de la literatura dominicana y es un honor tenerla hoy como nuestra invitada en el Café Literario de Agora Mall.
Ylonka Nacidit-Perdomo al dar inicio a la presentación de la escritora invitada expresó:”Ángela Hernández (Jarabacoa, 1954), es entre las escritoras de la generación de los 80s la más cómplice en la amistad, narradora del imaginario femenino del Caribe, desmitificadora de los estereotipos y prejuicios que hacen de la mujer pensante una mujer-rara. Su voz es la voz de muchas otras; su voz es una confluencia de voces milenarias que rompen las jerarquías del orden impuesto por los estereotipos y el autoritarismo; una voz que subvierte, que no trae otro pretexto que la complicidad para re-construir ese yo-nuestro aprisionado por los conflictos de las identidades de género.
“Los manuscritos de Ángela, por sí mismos, se asumen tripulantes en la mar de sus sueños cuando van detrás de ella para conversar, y darle a su errancia un argumento. Entiendo que no hay fórmulas para escribir; sin embargo, dicen que sí cuando la opción de escribir, cargada de un propósito ideológico, se lanza como una flecha sobre el corazón de un tigre.
“Ángela sabe que no se puede escribir como “muñecas” desde la marginalidad, porque aceptarlo es asumirnos como mujeres-rotas. Escribir lo sé, es para Ángela Hernández, dar riendas sueltas al inicio de un vuelo, con los avisos de que la línea que vemos en el horizonte es la inocencia. Por lo cual le pido decirnos: si escribir infringiendo el olvido es no ser ciega ante las angustias que trae la soledad, desnudarse, cantar, sobornar al tiempo y hacer urgente al presente. Ahora, pasemos a escuchar las confesiones y confidencias de nuestra  autora, la más cómplice amiga en la amistad, como dije al principio: Ángela Hernández Núñez”.


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